Las grasas como los carbohidratos, son usadas por el cuerpo como combustibles y son esenciales para la absorción de las vitaminas liposolubles.
Mientras que las reservas de carbohidratos son limitadas, los depósitos de grasa, por el contrario, son prácticamente ilimitados. Las reservas lipídicas para la utilización energética están presentes en el organismo de tres formas:
– Triglicéridos en el tejido adiposo (principal depósito).
– Triglicéridos musculares.
– Triglicéridos sanguíneos.
Una de las funciones importantes de las grasas, es que representan fuentes vitales de energía para aquellos tipos de entrenamiento y competencias deportivas que se llevan a cabo a una intensidad relativamente baja (menor de 50 por ciento VO2 máx) y con una duración prolongada. A menor intensidad de actividad física, mayor proporción de grasa quemada para satisfacer las necesidades energéticas. A medida que aumenta la intensidad del ejercicio, la proporción de grasa quemada disminuye, y la proporción de carbohidratos quemados aumenta, ya que el oxigeno resulta insuficiente para derivar la mayoría de la energía utilizada del catabolismo de las grasas.
Los atletas que entrenan y compiten en deportes de alta intensidad y prolongados (mayores de 65 por ciento VO2 máx) deben tener mucho cuidado de no consumir grandes cantidades de grasas puesto que éstas no proveen una fuente energética suficientemente rápida para mantener la intensidad y duración requerida de estos tipos de eventos de tolerancia aeróbica.
He aquí el porque muchas personas hacen actividades de baja intensidad para quemar y disminuir los niveles de grasa corporal. Sin embargo la proporción de grasa quemada no es la misma con la cantidad total consumida en intensidades diferentes de actividad física. A medida que aumenta la intensidad de ejercicio, el numero total de calorías quemadas por unidad de tiempo también aumenta. Aunque puede haber una disminución en la proporción de grasa quemada en actividades de alta intensidad, su volumen es mayor debido a que el requerimiento global de energía es mas alto.
Hay que tener en cuenta que las personas interesadas en disminuir la grasa corporal deben ejercitarse, o bien, por una cantidad de tiempo muy prolongado (al menos 1 hora) y a intensidad baja, menor de 50 por ciento del VO2 max,( por ejemplo elíptica nivel bajo), o por el otro lado, realizando actividad de alta intensidad al menos al 65 por ciento del VO2 max, durante sus sesiones de trabajo en intervalos o por una cantidad de tiempo no muy prolongada para optimizar la masa total de grasa que se quema,
Ejercitarse a intensidades mas bajas consume una mayor proporción de grasa, pero en términos totales es menos que haciéndolo a intensidades mas elevadas.
ACONDICIONAMIENTO & METABOLIZACION DE GRASAS
Los atletas donde su sistema energético predominate es el metabolismo aeróbico, derivan una mayor proporción de energía mediante la oxidación de los ácidos grasos libres; en otras palabras, aumenta/mejora la oxidación/utilización de las grasas.
Durante su entrenamiento o competencia deportiva, aumenta la utilización de los ácidos grasos libres y la liberación de energía para el ejercicio mediante un incremento en la oxidación de las grasas. Si el deportista puede quemar mas grasa a intensidades de ejercicio mas altas, puede hacer que sus almacenamientos de carbohidratos duren mas tiempo, de modo que su resistencia mejorará.
Sin embargo, es importante advertir que la oxidación de las grasas no puede mejorarse hasta el punto de eliminar la necesidad de carbohidratos durante el ejercicio intenso. Asumiendo una ingesta calórica adecuada, los deportistas pueden sintetizar y almacenar la grasa que necesitan; e ingestas mas altas de ésta en la dieta, son un claro factor de riesgo de enfermedad cardiaca arteriosclerótica.